Karen Solano: A largo plazo
Cuando ella llegó de México en el 2017, la familia de Karen Solano había estado separada por casi seis años. En el aeropuerto, su papá llegó con su hermano mayor y un camarógrafo para recogerla a ella, a su mamá y a dos de sus hermanos. El tiempo había pasado muy lentamente para la familia y él quería capturar esos primeros momentos del nuevo reencuentro.
Seis años son un largo tiempo y una maratón es una carrera muy larga, pero Solano ha mostrado tener la paciencia, resiliencia y determinación necesarias para correr una carrera de 26,2 millas. “Lo que más me gusta sobre correr es la disciplina que requiere”, nos confirma ella. Como empleada mayor del departamento de divulgación comunitaria, ella representará a los empleados de The Floating Hospital cuando el hospital mande su primer equipo a la TCS New York City Marathon en noviembre.
Tras un riguroso proceso de solicitud, el hospital fue aceptado y ha ensamblado un grupo que incluye también a Wakim Andre, Shannon Bennett, Dan McBride y Ashley Sandberg. Para ellos, correr en representación del hospital también significa que se recolectarán fundos esenciales para proveer el cuidado de la salud y mucho más para la gran comunidad de personas marginadas de la ciudad de Nueva York.
La determinación familiar
Solano, que tiene 22, es la mayor de su familia. Su hermano menor eran un bebé cuando su papá se trajo a su hermano mayor a los Estados Unidos para proveer una mejor vida para su familia. Ella tiene la misma determinación que heredó de su familia para la carrera, con el objetivo de llegar a la meta en menos de cuatro horas (en promedio los tiempos de los participantes exceden bien las cuatro horas). Como parte de equipo de atletismo de Lehman College en el Bronx, ella ya obtuvo el primer lugar en su grupo en una carrera de 5.000 metros.
“Antes de comenzar a correr, piensas que vas a intentarlo y correr”, dijo Solano. Pero tras correr durante un par de años y de unirte al equipo de atletismo de Lehman College, de donde se graduó con honores en la primavera, ella se dio cuenta de que era mucho más. Un régimen complejo de entrenamiento, descanso y nutrición son parte de la ecuación. “Correr apropiadamente involucra muchísimas cosas.”
Su transición de jugar basquetbol y fútbol al atletismo durante la cuarentena de la Covid hizo eco con la transición a su nuevo país, cuando supo que “todo iba a cambiar y dos días después, ya estaba inscrita en la secundaria.” Fue agitado al comienzo, pero ella hizo amistades rápidamente con un grupo de estudiantes que venían de diferentes países y que habían llegado para la misma época. “Todos nos estábamos acostumbrando a los EE. UU. en la secundaria, así que esto hizo que nuestra experiencia del momento mejorara”, recuerda. “Ellos siguen siendo mis amigos ahora.”
Haciendo el esfuerzo
Ella comenzó la universidad durante la cuarentena cuando los equipos deportivos tuvieron que tomarse un descanso. “No estaba haciendo mucho, así que intenté trotar para pasar el rato. Comenzó de manera natural.” Corría en Lehman cuando otros miembros del equipo de atletismo le sugirieron hacer las pruebas de selección. En ese momento, había vivido la mayoría de su experiencia universitaria por Zoom y no conocía en realidad a nadie. Ser parte de un equipo la acercó a sus compañeros y le enseñó que un pasatiempo solitario podía ser grupal también.
Cuando ya comencé a competir en justas, fue muy claro para ella que su fuerte era la larga distancia. “Y entendí que disfrutaba más correr largas distancias que cortas u otras modalidades. Por eso me enfoqué naturalmente en las carreras de distancias largas.”
Planea continuar compitiendo con el equipo durante sus estudios de posgrado en Lehman mientras trabaja y estudia al mismo tiempo. Su campo laboral es la sociología enfocada en estudios urbanos, lo que va a la par con su papel en The Floating Hospital.
Pasando la antorcha
Como parte del departamento de divulgación, ella pasa mucho tiempo en la comunidad. “Me encanta conocer a las personas que se acercan a nuestra mesa. Algunos comparten sus recuerdos sobre The Floating Hospital, en especial las personas mayores.” Algunos recuerdan visitar el bote para su cuidado de la salud o “cuentan historias sobre sus padres montando en el bote cuando todavía solía navegar por el río.” Ella exclamó que estas experiencias y el legado obvio del hospital en el mar y en la tierra la inspiraron para continuar su educación.
Y también las experiencias que el hospital trae, como correr la maratón. Solano cree que enviar a un equipo a la carrera despertará más conciencia general sobre la importancia de nuestros servicios y espera que el esfuerzo pueda continuar y expandirse en los años venideros.
A ella le encantaría comenzar un club de atletismo entre los empleados, “para inspirarlos en sus metas de salud física y sólo para correr mejor.” Es otra manera de fortalecer los lazos entre colegas y “adoptar la misión de The Floating Hospital,” que como lo dijo, se centra en la comunidad y el bienestar.
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The Floating Hospital provides high-quality healthcare to anyone who needs it regardless of race, ethnicity, religion, gender, immigration or insurance status, or the ability to pay. By providing unrestricted medical care in tandem with health education and social support to vulnerable New York City families, The Floating Hospital aims to ensure those most in need have the ability to thrive, not just survive.